Mi china de ojos grandes

Y aquí estoy... un viernes por la noche, echada en mi cama viendo una serie en Netflix, mientras Gianna duerme plácidamente a mi costado... Hace una hora masomenos, bajé al primer piso donde están los primos de mi esposo reunidos, pude saludarlos, sentarme y conversar por 5 minutos mientras Gianfranco se quedó con la bebé... sólo 5 minutos... tiempo suficiente para que la chinita sienta que no estoy a su lado y empiece con sus famosos llantos, los que no paran hasta que esté a su lado nuevamente o hasta que la despierten del todo y la distraigan. No es la primera vez que pasa esto, desde hace un par de meses o un poco más, la bebé se despierta en las noches y si no me ve (así esté tomando agua) llora y llora...y yo aparezco de donde sea y como sea para calmarla y hacerla dormir de nuevo. Así son mis noches desde entonces, la cambio, jugamos, le da sueño, toma teta y se duerme y yo no me muevo de su lado o del cuarto hasta el día siguiente. Si, extraño salir de noche, poder