Gianfranco y yo nos casamos hace dos años exactamente, con mucha ilusión y ganas de empezar nuestra nueva etapa juntos.
Los dos llegamos a nuestro depa muy emocionados y felices, pero la realidad te golpea y te hace ver que no todo es color rosa, pues se juntan dos mundos totalmente diferentes que se conocen pero que ahora comparten muchísimo más tiempo y espacio (para siempre no es poco), son costumbres distintas, formas de pensar, de expresar, de sentir, que si no existe amor, paciencia, tolerancia y respeto...puede ser un choque muy fuerte para las dos partes!
Desde el principio supimos que queríamos empezar nuestra familia rápido, y así fue...en diciembre del 2015 ya teníamos 1 mes y medio de embarazo y 7 de casados 😮.
Gracias a Dios, yo no tuve náuseas ni vómitos ni achaques maleados, solo un sueño interminable, asco por la comida (el primer trimestre), luego un hambre voraz, más sueño...y si, andaba más llorona de lo normal, super sensible y con cambios de humor radicales, que ni yo misma me aguantaba. El llevar a tu bebé dentro, tener la responsabilidad de su vida contigo, más todo lo que pasa por tu cuerpo, te cambian no solo física si no también emocionalmente...De verdad es una etapa linda pero como dijo mi ginecólogo, las hormonas nos vuelven locas!!! (Durante el embarazo y unos meses más después del parto las mujeres podemos cometer delitos y alegar que se debe a nuestro cambio hormonal, y no nos consideran culpables 😅)
Con el nacimiento de Gianna, empezó la verdadera montaña rusa, si antes era insoportable, con mi China en brazos me volví peor!! De verdad yo misma no me reconocía, lloraba porque no sabía que pasaba conmigo, tenía tantos sentimientos encontrados, quería hacer todo bien y sentía que no me salía, necesitaba a mi mamá para todo y sentía que Gianfranco no me comprendía! No dejaba que él hiciera las cosas a su manera, todo tenía que ser como yo quería, si la bebé lloraba y él la tenía, pobrecito! Se me salía la mamá leona! Si yo no dormía en las madrugadas, lo despertaba para que me mire aunque sea, le reclamaba y pedía cosas que tal vez yo misma podía hacer... sinceramente me convertí en la esposa de Chucky!! Si yo fuese mi esposa, ya me hubiese mandado mi ultimátum...pero Gianfranco no, el siempre supo comprender mis estados de ánimo, alentarme a hacer las cosas que yo creía que eran mejor, me animaba a atreverme a hacer las cosas sin ayuda de mi mamá porque yo podía, los dos podíamos, si lloraba me consolaba y acompañaba, hacía todo lo que le pedía y siempre dispuesto a todo por mi, por ella, por los 3!!
Claro que hemos tenido discusiones y momentos en que él tambien ha explotado y me ha tocado contar hasta 10 a mi...pero ahora nos toca pensar que ya no solo se trata de hacer berrinche y seguir peleados, ahora nos toca pensar en nuestra chinita, nuestra familia... Todo lo que hacemos y decimos, repercute en ella!
Yo ya no estoy tan loca como al principio, las hormonas ya bajaron sus revoluciones, ya comprendí que él y Gianna necesitan su tiempo juntos y su propia forma de entenderse, que él y yo también necesitamos nuestro tiempo y espacio juntos y que a parte de ser papás, somos esposos, que los 3 somos un equipo y que juntos siempre va a ser mejor!
Los dos llegamos a nuestro depa muy emocionados y felices, pero la realidad te golpea y te hace ver que no todo es color rosa, pues se juntan dos mundos totalmente diferentes que se conocen pero que ahora comparten muchísimo más tiempo y espacio (para siempre no es poco), son costumbres distintas, formas de pensar, de expresar, de sentir, que si no existe amor, paciencia, tolerancia y respeto...puede ser un choque muy fuerte para las dos partes!
Desde el principio supimos que queríamos empezar nuestra familia rápido, y así fue...en diciembre del 2015 ya teníamos 1 mes y medio de embarazo y 7 de casados 😮.
Gracias a Dios, yo no tuve náuseas ni vómitos ni achaques maleados, solo un sueño interminable, asco por la comida (el primer trimestre), luego un hambre voraz, más sueño...y si, andaba más llorona de lo normal, super sensible y con cambios de humor radicales, que ni yo misma me aguantaba. El llevar a tu bebé dentro, tener la responsabilidad de su vida contigo, más todo lo que pasa por tu cuerpo, te cambian no solo física si no también emocionalmente...De verdad es una etapa linda pero como dijo mi ginecólogo, las hormonas nos vuelven locas!!! (Durante el embarazo y unos meses más después del parto las mujeres podemos cometer delitos y alegar que se debe a nuestro cambio hormonal, y no nos consideran culpables 😅)
Con el nacimiento de Gianna, empezó la verdadera montaña rusa, si antes era insoportable, con mi China en brazos me volví peor!! De verdad yo misma no me reconocía, lloraba porque no sabía que pasaba conmigo, tenía tantos sentimientos encontrados, quería hacer todo bien y sentía que no me salía, necesitaba a mi mamá para todo y sentía que Gianfranco no me comprendía! No dejaba que él hiciera las cosas a su manera, todo tenía que ser como yo quería, si la bebé lloraba y él la tenía, pobrecito! Se me salía la mamá leona! Si yo no dormía en las madrugadas, lo despertaba para que me mire aunque sea, le reclamaba y pedía cosas que tal vez yo misma podía hacer... sinceramente me convertí en la esposa de Chucky!! Si yo fuese mi esposa, ya me hubiese mandado mi ultimátum...pero Gianfranco no, el siempre supo comprender mis estados de ánimo, alentarme a hacer las cosas que yo creía que eran mejor, me animaba a atreverme a hacer las cosas sin ayuda de mi mamá porque yo podía, los dos podíamos, si lloraba me consolaba y acompañaba, hacía todo lo que le pedía y siempre dispuesto a todo por mi, por ella, por los 3!!
Claro que hemos tenido discusiones y momentos en que él tambien ha explotado y me ha tocado contar hasta 10 a mi...pero ahora nos toca pensar que ya no solo se trata de hacer berrinche y seguir peleados, ahora nos toca pensar en nuestra chinita, nuestra familia... Todo lo que hacemos y decimos, repercute en ella!
Yo ya no estoy tan loca como al principio, las hormonas ya bajaron sus revoluciones, ya comprendí que él y Gianna necesitan su tiempo juntos y su propia forma de entenderse, que él y yo también necesitamos nuestro tiempo y espacio juntos y que a parte de ser papás, somos esposos, que los 3 somos un equipo y que juntos siempre va a ser mejor!
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